Jorge Manrique - Cristiano Ronaldo.
Los apellidos famosos, en lugar de enaltecer, rebajan a quien no saben llevarlos.
Francisco VI.
Tanto Jorge Manrique como Cristiano Ronaldo de una forma u otra han conseguido la fama. Uno escribiendo, otro pateando un balón.
Jorge Manrique quería sobre todo que el nombre de su padre fuera recordado (Rodrigo Manrique), y no solo consiguió eso, sino que sin querer o queriendo también consiguió que su nombre quedara recordado en la historia.
Jorge Manrique es recordado por hacer bien su trabajo, ya que escribió poco pero lo que escribió es un ejemplo y un estilo escritura como son las "Coplas Manriqueñas". Él consiguió lo que quería y probablemente no se imaginó que llegaría a tal punto, dejando en la lengua española coplas tan famosas como las "Coplas a la muerte de su padre".
Antiguamente la fama o ser recordado era el mayor orgullo que se podía tener, los hombres lo hacían todo pensando en eso, pero muy pocos han conseguido ser recordados hasta el momento.
Sin embargo, actualmente la fama es efímera y cosa de dos días y en el caso de Cristiano Ronaldo pocos futbolistas han sido recordados, y entendemos por leyendas del fútbol a gente que por sus hazañas consiguen la fama.
Cristiano Ronaldo, ha podido conseguir tres balones de oro, ser reconocido mejor jugador del mundo, pero eso no le asegura el recuerdo infinito.
Para ser recordado por siempre, cada vez que salte al campo debería darlo todo y hacer bien su trabajo, como hizo Jorge Manrique. Si no en un siglo será olvidado, el miedo de todo hombre antiguo, o si no pregúntenselo a Jorge Manrique.
En mi opinión, la visión de los tiempos antiguos con la actual es parecida porque, ¿a quién no le gustaría ser recordado?
Aunque actualmente sea más difícil, toda persona podrá ser recordada si hace muy bien su trabajo, pero tendrá que ser un trabajo que al menos a alguien le encante tanto que se lo cuente a sus hijos y así sucesivamente.
Francisco VI.
Tanto Jorge Manrique como Cristiano Ronaldo de una forma u otra han conseguido la fama. Uno escribiendo, otro pateando un balón.
Jorge Manrique quería sobre todo que el nombre de su padre fuera recordado (Rodrigo Manrique), y no solo consiguió eso, sino que sin querer o queriendo también consiguió que su nombre quedara recordado en la historia.
Jorge Manrique es recordado por hacer bien su trabajo, ya que escribió poco pero lo que escribió es un ejemplo y un estilo escritura como son las "Coplas Manriqueñas". Él consiguió lo que quería y probablemente no se imaginó que llegaría a tal punto, dejando en la lengua española coplas tan famosas como las "Coplas a la muerte de su padre".
Antiguamente la fama o ser recordado era el mayor orgullo que se podía tener, los hombres lo hacían todo pensando en eso, pero muy pocos han conseguido ser recordados hasta el momento.
Sin embargo, actualmente la fama es efímera y cosa de dos días y en el caso de Cristiano Ronaldo pocos futbolistas han sido recordados, y entendemos por leyendas del fútbol a gente que por sus hazañas consiguen la fama.
Cristiano Ronaldo, ha podido conseguir tres balones de oro, ser reconocido mejor jugador del mundo, pero eso no le asegura el recuerdo infinito.
Para ser recordado por siempre, cada vez que salte al campo debería darlo todo y hacer bien su trabajo, como hizo Jorge Manrique. Si no en un siglo será olvidado, el miedo de todo hombre antiguo, o si no pregúntenselo a Jorge Manrique.
En mi opinión, la visión de los tiempos antiguos con la actual es parecida porque, ¿a quién no le gustaría ser recordado?
Aunque actualmente sea más difícil, toda persona podrá ser recordada si hace muy bien su trabajo, pero tendrá que ser un trabajo que al menos a alguien le encante tanto que se lo cuente a sus hijos y así sucesivamente.
(Jorge Manrique) |
(Cristiano Ronaldo) |
Guillermo, está muy bien tu entrada. Has sabido relacionar bastante bien las dos cosas. Una pega: hay algunas comas que cortan la oración, el sujeto del predicado... revísalas la próxima vez.
ResponderEliminarUn saludo, Ana.
Y aquí os dejo una pregunta enlazando con la de Guillermo: ¿a quién no le gustaría ser recordado? La fama, ¿cueste lo que cueste?