Cuenta la leyenda que toda persona que se acerca al campamento situado en el bosque de los robles, un alma de un niño se mete en su cuerpo y le provoca una angustia que en algunos casos ha llevado al suicidio.
Os pondré en situación:
Corría el año 98, un grupo de niños de entre 12 y 17 años estaban disfrutando de sus vacaciones de verano en un campamento a las afueras de su localidad. El campamento estaba situado en el frondoso bosque de los robles, a unas 3 horas en coche del pueblo más cercano. Tanto los niños como los profesores se comportaban con normalidad y el campamento transcurría con normalidad...
Pero una noche, Roberto, uno de los niños necesitaba ir al baño, (los baños eran comunitarios y se situaban a dos minutos de las cabañas) pero a él le daba miedo ir solo y todos los demás niños de su cabaña estaban durmiendo, entonces decidió mirar por la ventana y esperar a que algún otro niño de otra cabaña fuera al servicio y así acompañarle.
Al rato vio a un joven que andaba con tranquilidad hacia los baños, por culpa de la oscuridad no pudo ver su rostro pero supuso que sería alguien del campamento. Roberto se puso sus zapatillas y corrió para alcanzar a aquel joven que ya estaba entrando en los baños.
Cuando Roberto entró a los baños preguntó: Hola? y una voz de un tono joven le dijo; ya era hora, me estaba cansando de esperar. Roberto sonrió y pasó a uno de los retretes, al salir se empezó a lavar las manos y mientras se las lavaba le dijo al otro joven; cuando quieras volvemos, y se hizo un silencio sepulcral... Roberto repitió, HOLA?? y la misma voz de antes pero mucho más ronca le contestó "las quemaduras duelen sabes?"
Se fue la luz por un segundo y Roberto noto una quemadura en su hombro pero fue instantánea, al volver la luz Roberto tranquilamente volvió hacia su cabaña se metió en la cama y se durmió.
Lo siguiente que os puedo contar es que al día siguiente cuando todos juntos comían en el comedor este edificio comenzó a arder y todos los niños de aquel campamento junto a los profesores se quemaron dentro, excepto uno, Roberto salió ileso, solo tenía una quemadura en el hombro.
Desde ese momento solo los valientes se han acercado a esas instalaciones y como os conté al principio no salen en perfectas condiciones.
Saludos Guillermo.
ResponderEliminarUna leyenda muy original, a la par que algo terrorífica. Está muy bien estructurada y el léxico y contexto que has utilizado es muy adecuado para la entrada. ¡Menuda suerte tuvo Roberto de tener ganas de ir al baño...le salvó la vida. Pero lo que no se es por qué él, podría haber sido cualquier otro...espero que sigas escribiendo historias como estas, se te dan muy bien. Nos vemos en clase (o en el garo).
Grande Gervasio!
EliminarHola Guillermo!
ResponderEliminarUna historia con mucha intriga y suspense, me ha gustado mucho. El final es un poco masacre para el resto del grupo menos para Roberto, pero está muy bien estructurada y hace que leas rápido porque dan ganas de averiguar qué es lo que pasa al final.
Un saludo, Lunática.
Muy bien aunque recuerda que el diálogo en estilo directo tiene que ir entre guiones y con verbos de habla.
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